Imbéciles de banquina
No es ninguna novedad que en este país se maneja realmente horrible. Es una prueba concreta e irrefutable la cantidad de muertes que hay por año en las rutas, triste ránking en el que sí figuramos entre los primeros puestos.
El otro día iba por la Av. Circunvalación, que rodea toda la ciudad para evitar ingresar (como toda Circunvalación, en sí). Hay un cruce que no tiene puente, con lo cual se matan allí cada dos por tres. La Nación ahora construirá un puente, y está en eso, por lo que hay obra, y algo de desvío por el trabajo de los obreros. Como era de esperar, al pasar por allí y detenerse un poco el tránsito, aparecen los vivos imbéciles que pasan a todos por la banquina derecha, reservada exclusivamente para problemas. Ellos pasan alegremente, y luego se vuelven al carril cuando algún desentendido los deja reingresar.
En sí, estos descerebrados idiotas siempre han existido aquí.
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