jueves, enero 27, 2005

Sarmiento tenía razón 2

Domingo Faustino Sarmiento llegó a presidente de Argentina allá por el 1868. Como comentaba en un post anterior, el tipo tenía su carácter, era ácido como el clorhídrico, y en su ímpetu se llevaba a varios por delante.
Pero en su presidencia, plagada de detractores ignorantes que sólo trababan las cosas por el solo ánimo de trabar (igual que ahora), hizo cosas determinantes para empezar a salir de la estupidez, la modorra y la dejadez que tenía todo el pueblo, principalmente la clase política. Combatir la "barbarie", como él lo decía. Hizo expandir dramáticamente la red de telégrafos, instalar ferrocarriles, fomentar al máximo la inmigración para poblar los miles de km cuadrados deshabitados y, principalmente, disparar astronómicamente la educación del país. En la escuela, te lo enseñan como "el que nunca faltaba a clase". Qué idiotez, por Dios. Gracias a él, no estamos como Zambia o Angola en lo que respecta a la educación (y quién sabe en qué otros aspectos más), porque metió escuelas por todos los rincones de la República, haciendo que cualquiera pudiera entrar y mejorar su vida mediante el saber ("La verdad los hará libres", dijo Cristo). El presidente anterior, Bartolomé Mitre, había sido su amigo y Sarmiento fue funcionario de aquél. Pero ni bien tomó la presidencia Sarmiento, Mitre lo volvió loco, oponiéndosele en todo como senador en el Congreso y a través de La Nación, el diario que había fundado.

Sigo leyendo su biografía, por lo que, quizás, algo más comente.
Libérense. Lean historia argentina.