sábado, abril 23, 2005

Los hombrecitos de colores, señor

No es sorpresa saber que en Argentina la educación cívica y ciudadana es bastante mala, y la gente en general, no tiene ni idea de procesos, poderes, costumbres, reglas y ordenanzas. Sin embargo, no hay que ser un experto en leyes como para deducir órdenes o explicaciones de carteles y señales que uno ve en las calles de las grandes ciudades. Si dice "Pare", ¿qué se debe hacer?. Parar. Si un cartel dice "Cuidado con el perro", ¿qué no se debe hacer?. Meter la mano por la reja y llamar al perrito.
Pero es tan grande la idiotez callejera que la gente no mira los semáforos peatonales. Quienes manejan, conocen esos artefactos llamados semáforos, que consisten en un grupo de tres luces, generalmente encolumnadas verticalmente, con una luz verde, una amarilla y una roja, significando "Pase", "Precaución, deténgase si puede" y "No pase", respectivamente. Más allá de que parece que varios no conocen esto y pasan en rojo como vienen, es algo conocido entre todos. Pero los semáforos peatonales parecen más adornos lumínicos que otra cosa, ya que la gente ni los mira. Cruzan como se les canta en gana, sin siquiera mirar. Pero anecdótico es ver, por ejemplo, un señor que, con el semaforito peatonal en blanco ("Pase"), mira a ver si puede cruzar, y cuando se le pone el semaforito en rojo parpadeante, avisándole que ahora viene el turno de los autos, se manda a cruzar tranquilamente, dándole rojo en el medio de la calle, debiendo esperar los giles que estuvieron esperando el paso. Igualmente, se da el caso de los que, aún viendo que el peatonal está en rojo, cruzan igual, total, "yo tengo prioridad por ser peatón".
Imbécil.
O daltónico, aunque en este caso, sabría que si se ilumina el de arriba, debe quedarse en la vereda.