No hubiese sido real
Ayer acompañé a mi novia al verdulero. Me sorprendió un cartel que tenía afuera, indicando que tenía diversas hierbas aromáticas, no por la variedad que exhibía sino por su ortografía. Empecé a leer y vi que el verdulero había anotado bien "ciboulette". ¡Guau! Muy raro ver bien escrita esa palabra, incluso entre los "grandes chefs". Pero mi grata sorpresa duró poco. El texto finalizaba "y más hiervas".
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