viernes, marzo 03, 2006

¿Para qué la cara de culo?

Estoy viendo ya desde hace tiempo una constante en todas las personas que están en la línea de atención al público: cara de culo y trato a desgano.
Al decir que es una constante, me refiero a que, salvo excepciones muy contadas, todos los que atienden al público tienen esta actitud y esta cara. Pero, lamentablemente, no es constante el grado de este mal, sino que está creciendo.
En este país, es normal que quienes te atienden por cualquier consulta o trámite, piensen que el cliente es una molestia que debe ser despachada lo más rápido posible, y como tal, solamente trae problemas e inconvenientes. Justamente, el tema es a la inversa: el cliente es el que permite cobrar los sueldos a fin de mes.
Aquí hay que darle participación tanto a quienes atienden al público como a sus jefes y gerentes de Recursos Humanos. Por una parte, los que están en contacto con el público deben saber que están dando un servicio, y que con una sonrisa, buenos modales y sin cara de asco lograrán mucho más de la gente, desactivarán conflictos más rápido y harán mejor la vida en general. Y los jefes y gerentes deberían interesarse más en el proceso de selección de personal, puesto que con esa actitud de no tener interés en la clase de empleados que contratan y de no controlarlos, hacen que sus empresas se vean mal y evitan que gente más capacitada y simpática para atender al público no tenga trabajo, por estar ocupado el puesto con estos caracúlicos.