jueves, septiembre 22, 2005

No fue accidental

No fue accidental que el juicio contra Antonio "Trucha" Vanrell haya prescripto. Pueden leer en el link anterior la noticia: el juicio contra el lamentable vicegobernador de la provincia de Santa Fe (en el que había terminado condenado), prescribió.
A este personaje se lo enjuició por haberse enriquecido con la provincia, siendo emblemático el caso en el que compró un montonazo de juguetes para "chicos que no tienen", quedándose con un buen dinero para él. Entre otras cosas, se descubrió que los proveedores que vendieron esos juguetes eran falsos, siendo el domicilio de uno de ellos una famosa plaza de Rosario.
Un juez lo encontró culpable y lo condenó a prisión. Obviamente, el Trucha apeló la sentencia y se fue la decisión a la Cámara de Apelaciones, en Santa Fe. Tres años estuvo ahí, en la Cámara, y se llegó al tiempo máximo permitido para esa investigación, con lo cual, prescribió. La Cámara no tuvo que hacer más nada que revisar todo el juicio. En una apelación, no se agregan nuevos elementos, sino que se revisa lo hecho. O sea, no hay asuntos que impongan más demora que el sólo hecho de leer y debatir el sumario.
Obviamente, esto no sucedió accidentalmente.
No pasó que los jueces de la Cámara tenían mucho trabajo.
Y pensar que la Cámara es la que más molesta con perseguir a los jueces de primera instancia para que ubiquen algún parte perdido, o informen sobre algún exhorto de cuarta.