viernes, marzo 03, 2006

¿Para qué la cara de culo? Caso puntual

Sobre la cara de culo que comenté en mi post anterior, quiero comentar sobre un caso puntual que me ocurrió en estos días.
Está relacionado con la secretaria rubia de radiología, del Centro de Diagnóstico Médico Oroño, que está Bv. Oroño 1515. Tres veces tuve que contactarla, y las tres veces con resultados negativos:

Primer contacto. Diez de la mañana.
Yo: -"¡Hola! Quisiera hacerme estas radiografías"
Ella: Cara inmutable, tomó las órdenes, miró, me las devolvió y dijo: -"El aparato de rayos está roto", y se quedó mirándome. No entiendo qué esperó que hiciera yo ante ese comentario.
Yo: -"Bueno, ¿y eso qué significaría? ¿Vuelvo mañana, vuelvo en un mes?"
Ella: Acusó recibo del comentario, y responde: -"El técnico viene al mediodía. Intuyo que estará reparado el aparato para la tarde".
Yo: -"Ok, gracias. Vuelvo mañana, entonces"

Segundo contacto. Cuatro días después, ocho y media de la mañana.
No estaba esta chica en la recepción, por lo que la esperé unos cinco minutos. No sé dónde estaba.
Yo: -"¡Hola! Vengo para hacerme estas radiografías"
Ella: Tomó las órdenes, las miró, y al segundo respondió: -"Es desde las diez"
Fuck.
Yo: -"Bien. Vuelvo en un rato"

Tercer contacto. Hoy a las ocho y media de la mañana.
Yo: -"¿Qué tal? Vengo a retirar estos estudios"
Ella: Cara inmutable, ni un rictus de simpatía. Me dio los estudios, y "hasta luego".

¿Para qué la cara de culo?

Estoy viendo ya desde hace tiempo una constante en todas las personas que están en la línea de atención al público: cara de culo y trato a desgano.
Al decir que es una constante, me refiero a que, salvo excepciones muy contadas, todos los que atienden al público tienen esta actitud y esta cara. Pero, lamentablemente, no es constante el grado de este mal, sino que está creciendo.
En este país, es normal que quienes te atienden por cualquier consulta o trámite, piensen que el cliente es una molestia que debe ser despachada lo más rápido posible, y como tal, solamente trae problemas e inconvenientes. Justamente, el tema es a la inversa: el cliente es el que permite cobrar los sueldos a fin de mes.
Aquí hay que darle participación tanto a quienes atienden al público como a sus jefes y gerentes de Recursos Humanos. Por una parte, los que están en contacto con el público deben saber que están dando un servicio, y que con una sonrisa, buenos modales y sin cara de asco lograrán mucho más de la gente, desactivarán conflictos más rápido y harán mejor la vida en general. Y los jefes y gerentes deberían interesarse más en el proceso de selección de personal, puesto que con esa actitud de no tener interés en la clase de empleados que contratan y de no controlarlos, hacen que sus empresas se vean mal y evitan que gente más capacitada y simpática para atender al público no tenga trabajo, por estar ocupado el puesto con estos caracúlicos.